A la mañana siguiente de verdad nos despertamos rodeados de bandoleros que estaban a mando de un tipo que se hacía llamar Roque Guinart quien quería conoer a mi amo.
Se nos acercó una dama que era hija de un amigo de Roque y quería huir. Finalmente gracias a mi valentía, y para impresionar a las hembras, le pegué una buena patada con todas mis fuerzas a Roque, y Sancho, su burro, Don Quijote y yo salimos corriendo hacia Barcelona.
Caminamos por días.. pero la larga caminata tuvo su recompenza... la mas hermosa y relajante cosa que he visto en mi vida.. se le hace llamar el mar. Es un espacio Enorme en el cual hay mucha agua.

No hay comentarios:
Publicar un comentario