sábado, 12 de junio de 2010

La venta nuevamente.. libros de caballería

Nuevamente.. fuimos a la venta, y se encontraban unas personas, entre ellas los mismos de la vez pasada, discutiendo sobre libros de caballería. La verdad.. no puse atención, porque mi trabajo es llevar a este loco donde el mande pero lo que entendi era que estaban discutiendo si estos libros eran reales o si no. Yo si creo que son reales pero pero la verdad no tengo idea. Yo ya estaba harto de escuchar esta discusión, estos libros que le encantan a mi amo me tienen loco como el, Lo único que quiero es descansar y comer.

Sancho.. otra vez miente

Sancho vuelve a hacer algo que no debió hacer.... mentirle a mi amo sobre su amada, Dulcinea. Para empezar, yo estuve con Sancho todo el tiempo, y este le dijo que si había ido a darle la carta a Dulcinea. Esto ultimo no es cierto, y yo soy el único que se la verdad de lo que paso, lastimosamente no le puedo decir nada a mi amo porque no me puedo comunicar con el. Nuestro escudero también le dijo a mi amo que Dulcinea había a dicho que quería que Don Quijote fuera a verla.

La verdad.. no se que va a pasar, pero si le pudiera decir a mi amo la verdad se la diría.

Sancho enfada a Don Quijote

Sancho hizo algo hoy que no debió haber echo. Mi amo esta muy enojado con el por esto, y si el esta enojado yo también. No se por que decidió decirles al cura, a Cardenio, al barbero y a la princesa que había sido Don Quijote el supuesto loco que liberó a los galeotes. Para completar el enojo de mi amo, Sancho le dijo que Dulcinea no lo merecía... yo no se que esta pensando Sancho, pero se las va a ver con nosotros dos si sigue de majadero .

domingo, 6 de junio de 2010

Capítulos 27, 28 y 29.


Después de todo, nos devolvimos en busca de mi amo, Don Quijote. Otra vez llevar semejante peso sobre mi espalda.. pero no me queda de otra mas que aguantarme a Sancho. Nunca me he cansado tanto, pero por fin encontramos a mi amo. Lo primero que hice después de que sancho se bajara de mi fue echarme al piso a descansar mientras Sancho y Quijote hablaban.

Nos encontramos con una llamada princesa Micomicona la cual ya se me hacía conocida. Esta le asigno una tarea a mi amo, matar a un gigante. Por desgracia, Sancho me puso unas cosas en cima y tuvimos que seguir a la tal princesa. Nuevamente nos topamos al cura, al barbero y a Cardenio. El cura le contó a mi amo que unos galeotes los habían robado, y resultó que estos galeotes eran los mismos que liberó el loco de mi amo hace un tiempo atrás.

sábado, 5 de junio de 2010

El barbero y el cura nuevamente

Pues así fue, partimos hacia el Toboso. Llegamos a la venta, donde nos encontramos al cura y al barbero, los cuales preguntaron por mi amo. Sancho les contó todo lo que nos había pasado, sus locuras y aventuras. Sancho les menciona la carta y estos se la piden, pero resulta que Sancho la perdió. Después me dieron un poco de comida, lo cual era necesario porque estaba muy cansado de cargar a Sancho sobre mi. No se que hará Sancho con respecto a la carta, pero mejor yo descanso

La carta.. mi dolor de espalda

Mientras íbamos colina arriba Sancho le habló a mi amo y le que estaba harto de estas aventuras y que quería regresar a casa. También le preguntó que porque buscábamos a Cardenio. Después de todo esto, Don Quijote, de lo loco que está decidió hacerle una especie de penitencia a su amada, Dulcinea del Toboso. Quijote dice que le va a escribir una carta a su amada, la cual pienso que va a estar llena de sus locuras y que tiene que ir a entregársela. Don Quijote después tiene una pelea con su escudero porque Sancho habló mal de ella, hasta a mi me dio cólera que hablen mal de la amada de mi amo… Sancho se montó en sima mío para llevarle la tal carta a Dulcinea, y vaya que Sancho pesa. Voy a terminar agotado..

Cardenio

A Don Quijote y a Sancho, les contaron una historia, que medio pude oír junto con el burro de Sancho desde afuera. Hacía mucho frío. Era una historia de Cardenio, que les contó que venia de una familia muy rica. Cardenio estaba enamorado, como todo ser humano, de Luscinda, que venía de otra familia muy adinerada. La historia estaba tan aburrida, que me terminé durmiendo sobre el burro. Estaba dormido profundamente hasta que mi amo me despertó con sus gritos, porque al parecer Cardenio le había tirado algo. Por dicha esta vez no quede yo herido también porque estaba afuera, aguantar el frío valió la pena.