
Nos encaminamos hacia Sierra Morena para refugiarnos. En eso, buscando aventuras por esta sierra, nos encontramos con un cojín y una maleta que estaban bien amarradas con cadenas. Las abrieron y encontraron unas camisas, un pañuelo, un libro y unos escudos de oro, lo cual le saco una gran sonrisa a Don Quijote. Mi amo saco el libro, y lo leyó, así fue que se interesó por saber quien lo había escrito y nos dispusimos a buscarlo por esta sierra. Nos encontramos con un cabrero, y yo aproveché para hablar con algunas cabras afuera, mientras Don Quijote y Sancho hablaban con el cabrero…